Este fin de semana, el RACC HolaBICI Team abandonó la provincia de Barcelona para viajar hasta un entorno natural espectacular como es el valle de Boí (Lleida).
Lejos de tomarse unos días de descanso, la razón por la que el equipo viajó hasta allí no era otra que preparar el gran reto de este 2024: la Transpyr. Esta prueba ciclista consiste en cruzar los Pirineos, partiendo desde Rosas, en la costa mediterránea, hasta llegar a San Juan de Luz, en el Atlántico. En total son siete días de pura aventura, en los que se completan entre 120 y 150 kilómetros diarios con desniveles positivos de no menos de 2.500 metros. Para esta edición aún quedan plazas disponibles y, si te registras aquí ahora con el código RACCHOLABICI24, tienes un 10% de descuento.
La primera toma de contacto con este entrenamiento fue el viernes, cuando las ciclistas y el staff estuvieron pedaleando con una altitud mínima de 701 metros. En este recorrido, de dificultad moderada, se alternaba la subida a algunos puertos con algún tramo plano o en bajada, que permitía una breve recuperación física. Además, el paisaje se convertía en un remanso de paz que, a la vez, daba la fuerza suficiente para seguir adelante.
Pero por mucho que el entorno fuese una fuente de calma, el descanso en el hotel se convirtió en el refugio perfecto para completar el ciclo de revitalización. Y esto fue posible gracias a SNÖ Hotels, partner del RACC HolaBICI Team, que puso a disposición de todo el equipo sus instalaciones del complejo hotelero SNÖ Vall de Boí.
Y es que, como bien se sabe, el descanso es la piedra angular del rendimiento deportivo. Tan importante es el entrenamiento mismo como el descanso adecuado, ya que permite al cuerpo recuperarse, repararse y fortalecerse. El equilibrio entre ambos previene el agotamiento y las lesiones, y también maximiza el rendimiento físico y mental para que los deportistas alcancen su máximo potencial en cada competición.
Precisamente un ejemplo de fortaleza mental y física fue lo que demostraron ser al día siguiente los ciclistas. La ruta era más exigente, y las inesperadas altas temperaturas se convirtieron en el peor enemigo del equipo. El RACC HolaBICI Team pedaleó por las serpenteantes carreteras del Pirineo catalán haciendo frente a todas las adversidades. Prestando atención a los datos de la ruta, cabe destacar que la altura máxima fue de 2.063 metros, con un desnivel positivo de 3.136 metros, y que el recorrido superó los 130 kilómetros. Unos números que ya se acercaban más a lo que se vivirá en la Transpyr.
Cuando la dureza acechaba, cada uno encontraba una compañía inquebrantable en otro miembro del RACC HolaBICI Team, pero también en su propia voluntad y orgullo. Una fuerza que los impulsaba a sobrepasar los límites del dolor y la fatiga hasta completar el entreno, exhaustos pero felices de haberse superado una vez más.
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