La prioridad es siempre motivo de discusión entre ciclistas y conductores de vehículos a motor, pero existe una manera de proceder muy clara, y que hay que respetar, en el Reglamento General de Circulación de la Dirección General de Tráfico (DGT). Te la explicamos a continuación.
Un ciclista debe respetar todas las normas de circulación, al igual que los demás vehículos, sin diferencia alguna, excepto en contadas ocasiones. La norma general establece que las bicicletas deben circular por la calzada, los carriles bici, las zonas 30 o las plataformas únicas. En el caso de las primeras, como ya hemos explicado en anteriores publicaciones, como en el artículo de cómo ser más visibles, se debe circular lo más cerca posible del arcén, dejando la distancia necesaria para no ser obstaculizados por vehículos aparcados u otras posibles causas. También se puede circular por aceras de más de 5 metros de anchura, excepto si existe un carril bici en la misma vía. En este caso, siempre se debe usar el carril bici, aunque en otras condiciones –si la acera es más estrecha–, es únicamente recomendable y no obligatorio.
Debemos tener en cuenta que es muy peligroso circular pegados a otros usuarios de la vía, quedando en ángulos muertos que podrían ser fatales. En carretera se puede circular en fila de dos, pero hay que evitar hacerlo en tramos de poca visibilidad o cuando se formen aglomeraciones.
Sabiendo esto, debemos tener en cuenta que los ciclistas tenemos prioridad de paso, respecto a los vehículos a motor, cuando circulamos por un carril bici, cuando existe un paso para ciclistas o por un arcén debidamente señalizado. También existe prioridad cuando un vehículo a motor va a girar –a la derecha o a la izquierda– para incorporarse a otra vía, momento en que deberá cedernos el paso, ya sea a uno solo o a un grupo de ciclistas, que en este caso es tenido en cuenta como una unidad completa. Lo mismo ocurre en cruces y glorietas: en el momento en que entra el primero, se debe ceder el paso al resto del grupo.
De la misma manera, la preferencia de paso cuando nos aproximamos a una intersección o a un cruce vendrá establecida por las señales que la regulen, ya sea un ceda el paso, un stop, un semáforo o un agente.
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En lo que respecta a los peatones, debemos detenernos en los pasos de peatones señalizados y, en el caso de tenerlos que cruzar, lo haremos a pie acompañando la bicicleta. Como establece la norma general de circulación, cuando se gire para entrar en otra vía y haya peatones cruzando, aunque no exista paso de peatones, también deberemos detenernos.
Albert San Andrés para RACC HolaBICI.