Ir al trabajo en bicicleta es siempre una buena idea: te olvidas de atascos, te mantienes en forma, cuidas el medio ambiente y contribuyes a mejorar la contaminación acústica entre un centenar de cosas más. Aunque son todo ventajas, conviene estar preparado para que el viaje sea un verdadero placer en vez de un suplicio.Lo primero es elegir la bicicleta adecuada. Hay muchos tipos de bicis que son perfectas para la ciudad, pero no todas se van a ajustar a tus necesidades. Menos las bicicletas de montaña, casi cualquier bici puede ser fantástica en el asfalto de las grandes urbes: plegables, fixies, commuter… Básicamente, lo que de verdad te va a venir bien es un transportín y un neumático liso.Valora las plegables si tienes poco espacio en casa, un ascensor pequeño o necesitas combinar tu ruta en bici con el transporte público. Las Tern son de gran calidad y puedes encontrar alguna por poco más de 600€. En la parte alta están las inglesas Brompton cuyo modelo más sencillo empieza en los 1.300€.Por otro lado, las fixie o single-speed, de aspecto parecido a las antiguas bicicletas de carreras, pero que sólo tienen una marcha, pesan muy poco y son muy manejables. Esto las convierte en un vehículo perfecto para volar de un lado a otro. Una muy buena opción en cuanto a calidad/precio son las que puedes encontrar en Santa Fixie por poco más de 500€.Muchas marcas hablan de su gama commuter («en bici al trabajo» por traducirlo rápido) y se trata de bicis ideadas para ese tipo de trayectos, sencillas, bien iluminadas y sin mucha compilación. Hay algún modelo de Trek que no llega a los 500€ y te va a durar toda la vida.Por supuesto, cada una de estas opciones tiene su modelo eléctrico. Dentro de pocos años, prácticamente todas las bicicletas contarán con asistencia eléctrica en mayor o menor medida, así que, si te lo estás pensando y te encajan en precio, no tengas dudas ni reparo: las bicis eléctricas son más que perfectas para ir al trabajo como una rosa de fresco. Sobre todo si no puedes evitar las cuestas en el trayecto.

La mayoría de las marcas aglutinan todos estos tipos de bicis bajo el gran paraguas de la palabra «urbanas».

Una vez hemos elegido correctamente la bicicleta que vamos a usar para ir (y volver) al trabajo cada día, vayamos al recorrido. No tiene por qué ser el mismo que el que hacemos en transporte público o en nuestro coche privado. El camino más corto no es siempre el mejor. Busca la ruta más tranquila, con menos tráfico, con menos desnivel y con más sombra en verano. Puede que el resultado sea uno o dos kilómetros más que el habitual, pero te evitará incómodos sudores e irás más tranquilo. Usa Google Maps o Komoot para ver el mejor recorrido teórico en bicicleta.

Una buena alforja

Evita llevar cosas en la espalda y así te librarás del sudor que producen las mochilas. Lo mejor es hacerse con una alforja donde meter todo lo que necesitamos. Una buena marca de alforjas es Basil y están bastante ajustadas de precio.¿Qué debemos llevar en la alforja? Pues no demasiado: unas toallitas húmedas y ropa para cambiarte en los meses de más calor, porque con cinco minutos de aseo al llegar, estarás perfectamente preparado para cualquier reunión de trabajo. Añade también un kit para reparar pinchazos, un pequeño inflador y una llave multiherramientas. Con eso debería ser suficiente. Mira la previsión del tiempo e incluye chubasquero, si crees que va a llover.Lleva siempre un buen candado. Los que tienen forma de U son los más seguros y cómodos para transportar. Aseguran el cuadro y una de las ruedas. Cuando los combinas con una cadena extra, funcionan a la perfección. Puedes encontrar un candado en U de XLC por menos de 30€. Si no quieres andar con cada pieza del candado por separado, prueba las tuercas anti-robo para las ruedas y el sillín.Recuerda iluminarte bien. En bici es más importante ser visto que nuestra propia visión. Una buena luz delantera permite ver baches y la trasera sirve para que los coches que vienen detrás de ti puedan verte, también de día. De noche es obligatorio (y de sentido común) llevar las dos encendidas. Las luces de Cateye son una buena apuesta, con recarga por USB y buena autonomía. Recuerda que el chaleco reflectante no es obligatorio, pero tremendamente recomendable.

Cómo llegar sin sudar

Despacio. No hay mucho más secreto. Si nuestro pedaleo es suave, usando la marcha adecuada y sin forzarnos demasiado, será como un bonito paseo. Ten en cuenta que el sudor viene también por el tipo de alimentación (demasiadas carnes rojas) y el alcohol. Si la cena ha sido normal, no deberías tener sudoración extra en tu mañana al trabajo.

En las grandes ciudades no es extraño ver a hombres en traje de chaqueta o mujeres con tacones que optan por la bicicleta para ir a trabajar. ¿Se puede pedalear y permanecer impecable? Evidentemente sí. Sencillamente estamos yendo a trabajar, no a entrenar. Baja el ritmo y todo irá como la seda.

Tómate tu tiempo, sal un poquito antes de casa. Verás cómo llegas con más ganas de trabajar y con ideas renovadas.