Como ya os explicamos en RACC HolaBICI, ir al trabajo en bicicleta es siempre una buena idea, aunque la llegada del invierno y el frío nos puede dificultar esta tarea. Con el buen tiempo apetece casi siempre, pero con temperaturas bajas los desplazamientos en bicicleta se convierten en un problema para algunos.

Para los que no quieran aparcar la bicicleta durante la época fría, os traemos unos cuantos consejos para que esto deje de ser un impedimento y el invierno sea más llevadero sobre dos ruedas.

Elegir bicicleta correctamente

Elegir la bicicleta ideal es una de las cosas más importantes a la hora de desplazarnos al trabajo. Eléctrica, plegable, fixie, de marchas…, todo dependerá del tipo de trayecto a realizar, de nuestro estado de forma y salud, de la distancia, de si aparcamos en la calle o del tipo de vías por las que se circulará. Hoy en día, los servicios de bikesharing de bicicletas suelen contar con modelos eléctricos adaptados a la ciudad, pero en el caso de tenerla que adquirir se debe valorar cuál es la más adecuada para nuestro trayecto hasta el trabajo.

Seguridad

La seguridad y el hacerse ver es primordial en cualquier estación del año, pero en invierno pasa a ser completamente vital. Los días son más cortos y es muy posible que los trayectos de ida y vuelta del trabajo puedan ser con condiciones lumínicas mínimas. Llevar las luces delantera y trasera bien cargadas debe ser una norma, además de colocar materiales reflectantes en ropa, casco y bicicleta para poder ser vistos. Las condiciones de baja visibilidad pueden ser norma en muchos núcleos urbanos donde la niebla o la lluvia se instalan durante el invierno, por lo que es obligado ir preparados para estos imprevistos.

Un correcto mantenimiento de nuestra bicicleta, así como la adecuación de esta a la estación —con neumáticos adecuados, por ejemplo—, el uso de alforjas o mochilas específicas para tener una mayor estabilidad o llevar recambios para evitar contratiempos —sobre las cámaras y herramientas para un posible pinchazo— nos ayudarán a llegar a nuestro destino con total seguridad.

Ropa de abrigo

Llegar a nuestro puesto de trabajo sin ser un bloque de hielo se agradece bastante. Para ello debemos equiparnos correctamente, pero, claro, debemos tener en cuenta que en este caso no vamos a ir vestidos de ciclistas, con equipamiento específico. 

En el mercado existen multitud de chaquetas ciclistas que soportan temperaturas de hasta -10 grados. Debemos tener en cuenta que, por lo general, iremos vestidos de calle, por lo que un anorak muy grueso nos dificultará en exceso la movilidad, por lo que chaquetas del tipo windstopper (cortaviento) son ideales. Los tejidos repelentes de agua son perfectos para zonas muy húmedas, ya que nos evitarán el traspaso del agua a la ropa con la que pasaremos el resto de nuestra jornada.

Camisetas, mallas térmicas y bragas de cuello son accesorios para el cuerpo que no nos molestarán el resto del día y que nos salvarán del frío durante los desplazamientos.

Protección de cabeza, manos y pies

Para la cabeza existen sotocascos, que nos mantendrán las ideas calientes y que, además, nos ayudarán a evitar las molestas marcas que pueden dejarnos los cascos y a no entrar en una reunión con la cara marcada. En estos casos, el casco a usar es mejor que sea de tipo urbano, ya que tiene menos aperturas de aireación y nos mantendrá la cabeza más caliente.

La sensibilidad de las manos suele ser otro de los grandes problemas. Usar guantes de invierno es condición sine qua non para tener las manos siempre calientes y poder frenar con total tacto. Existen de todo tipo y precios, siendo los de neopreno los más recomendados por su relación calidad-precio, ya que nos protegen del frío y de la posible humedad. Para los más frioleros, existen soluciones con calefacción incorporada.

En cuanto al calzado, este dependerá de si se usan calas o no. Generalmente en el ciclismo urbano no se suelen utilizar, por lo que un calzado de suela plana de invierno nos bastará. Los cubrezapatillas y las punteras nos darán un plus para mantener el calor en los pies, así como unos calcetines de invierno.

Todos estos accesorios no nos ocuparán un espacio excesivo y no serán un mayor problema para llevarlos de un lado a otro, ya que una simple mochila nos bastará para guardarlos.

Albert San Andrés para RACC HolaBICI.